La Generación Z considera que llegar 10 minutos tarde al trabajo es ser puntual Un estudio muestra que los trabajadores más jóvenes son más flexibles en relación con la puntualidad.
Por Entrepreneur en Español Editado por Eduardo Scheffler Zawadzki
La importancia de la puntualidad refleja diferentes visiones entre los trabajadores jóvenes y los de mayor edad.
Una encuesta de Meeting Canary, retomada por Fortune, revela que la opinión sobre la puntualidad varía significativamente dependiendo de la generación, mostrando una tendencia hacia una mayor flexibilidad entre los más jóvenes.
El estudio muestra que la Generación Z, comprendida por jóvenes de entre 16 y 26 años, destaca por su enfoque más relajado sobre la llegada a tiempo al trabajo o a alguna cita.
De acuerdo con el estudio, el 46% por ciento de los encuestados de este grupo de edad considera aceptable llegar entre cinco y diez minutos tarde al trabajo. No solo esto, sino que consideran que esto es sinónimo de puntualidad.
A medida que la edad de los encuestados aumenta, disminuye la tolerancia hacia la impuntualidad. Entre los Millennials (27 a 42 años), el 39% por ciento está dispuesto a perdonar retrasos de hasta diez minutos.
Esta tolerancia desciende aún más entre quienes pertenecen a la Generación X (43 a 58 años), con solo el 26% aceptando las demoras.
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La tendencia es más pronunciada entre los Baby Boomers (59 años en adelante), ya que apenas el 20% muestra flexibilidad con los retrasos y el 70% defiende una postura de cero tolerancia, insistiendo en que "tarde es tarde".
En relación con lo anterior, Laura van Beers, fundadora de Meeting Canary, mencionó en entrevista con The Daily Mail que observa que las generaciones más jóvenes han redefinido el concepto de puntualidad hacia un estándar más flexible, aunque dentro de ciertos límites.
Según ella, las personas mayores tienden a priorizar llegar unos minutos antes para asegurar la puntualidad, mientras que los jóvenes prefieren una ventana más estrecha de aceptabilidad para la impuntualidad.
En resumen, mientras la puntualidad sigue siendo un valor para muchos, la percepción de su importancia está cambiando, impulsada por las nuevas generaciones que ingresan al mundo laboral.
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